jueves, 26 de mayo de 2011

Y pasaron 10 años

Cristo Rodríguez


En breves momentos pasaré a formas parte de los treintañeros del mundo, concretamente entre la 13:30 y las 14:30, hora española (jajaja). En esta última década cientos de cosas han pasado por mi vida. Algunas han dejado huella otras tantas, la mayoría, no. En esta última década de mi vida he terminado dos carreras, estudios teatrales, he vivido en tres países diferentes, he tenido tres relaciones duraderas, un par de amores imborrables, ha ido mejorando considerablemente la relación con mi familia, he perdido amigos, mantenido los mejores y he encontrado otros estupendos, he visto la muerte de cerca, la he sentido cerca y dentro también, yo mismo he estado al borde del suicidio un par de veces y vagado por multitud de trabajos. En algunos he sido feliz, en otros, mayormente no. Cuando miro atrás a estos últimos diez años tengo la sensación de haber vivido toda mi vida en ellos. Es como si todo lo que tenía que hacer en la vida lo hubiese hecho. Pero, a pesar de ello, sigo sintiéndome como el niño de 10 años que vivía en un pobre barrio de Badajoz, un escuchumizado del que muchos hacían mofas en el colegio y que no se daba cuenta de su fragilidad externa a pesar de sentirse frágil, muy frágil, por dentro.


Al mirar al futuro y ver que, cuanto menos, me quedan otros treinta años más sobre la faz de la tierra me da un vértigo horrible. No se si quiero tanto tiempo. Aunque por experiencia, no propia por supuesto, se que cuando la muerte esta cerca todo el tiempo vivido se convierte en humo y un siglo más no es suficiente.


Es curiosa la vida. A pesar de tener la sensación de no vivir. A pesar de ver mi día a día vacío, rutinario y si sentido, cuando miro atrás me doy cuenta de todo lo que he hecho y no se muy bien de dónde he sacado el tiempo. Sea como sea aquí estamos. Veinte años no son nada y treinta menos, pero pesan mucho. Y aquí seguimos igual que a los veinte. Sin trabajo, sin casa, sin perro, sin coche, sin televisión y sin una familia estable ¿acaso eso es importante? Según se mire y según las necesidades de cada uno. Yo por mi parte lo quiero, pero a la vez me da una pereza horrible tener que pensar en una hipoteca, cuidar de un perro quince años o de un niño toda la vida. Me da pereza tener que pensar en que tengo que pagar el seguro del coche, pasar la ITV, el impuesto de circulación… No me atrae mucho, o nada, la idea de atarme a un país de por vida, pero tal y como esta el tema “pensiones” eso es casi una obligación… Sin desviarnos del tema, quizá uno tiene en la vida justamente lo que desea y no sabe que desea. Aún recuerdo un relato de Michael Ende en el cual una bruja (o algo así) le decía a un niño que todos los sueños que tenemos se cumplen, pero sólo aquello que queremos de corazón. Esa frase me impacto muchísimo y de vez en cuando viene a mi. Yo quiero multitud de cosas con mi cerebro pero mi corazón quiere otras muy diferentes, casi incompatibles. ¿Cómo conseguir que eso funcione? Pues yo aún no tengo la receta mágica, pero me gustaría. Supongo que una buena forma es dejarse llevar, se supone, según la teoría de Ende, que la vida nos dará aquello que realmente queremos, con lo cual el dejarse llevar suena bien. Otra solución es vivir unas veces según tu cerebro y otras según el corazón, aunque eso lleva a los que están a tu alrededor a volverse un poco locos. ¿Qué se le va a hacer? Para eso son amigos y compañeros…


Una de las conclusiones más importantes a las que he llegado últimamente es que sí muriera mañana mismo, no me importaría. Bajo mi punto de vista ya viví lo que tenía que vivir. Solo terminar un día genial y no despertar más o que el avión se estrelle en uno de los vuelos Madrid-Oslo o algo así. Morir, pero rapidito, ¡eh! Estoy feliz con lo que he conseguido y eso es importante. Aunque a veces me sienta un fracasado, la verdad es que estoy contento por todo lo que he hecho en la vida. Es curioso verme a mi mismo escribiendo estas palabras. ¡A mi! Yo que pensé que era un fracaso, quizá la terapia pasado la mitad de los veinte ha tenido mucho que ver con la visión actual de mi vida.


Por supuesto cambiaria cosas. Por supuesto me gustaría mejorar, aún más, la relación con mi familia, trabajar en algo que realmente me haga feliz, ser lo suficiente feliz cada día como para hacer felices a todos los que me rodean, tener más dinero, viajar más, disfrutar más de la vida y estar más relajado… Siempre queremos ser mejor de lo que somos y vivir una vida mejor de la que tenemos, pero eso no quiere decir que no estemos felices, satisfechos y orgullosos de lo que poseemos.


Este post no pretendía ser un canto a la vida, ni a la muerte, aunque pueda sonar a las dos cosas. Sólo pretendía ser un homenaje a mi mismo y a los que me rodean y hacen cada día mi vida un poco más feliz o complicada, poniéndome retos que me ayudan a mejorar como individuo y ofreciéndome momentos inolvidables que me acompañaran siempre respectivamente.


Para terminar, un enorme gracias. Cada uno sabe que lugar ocupa dentro de este post. Os quiero mucho ¡Un besazo, espero que sigáis conmigo los próximos 10 años!

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